De qué nos sirven los desiertos? Es decir, ¿de qué servicios ambientales nos provee?
El servicio ambiental más cercano a nosotros es la generación de bienes
como maderas, fibras y alimentos provenientes de distintas especies de
plantas y animales del desierto. Los desiertos además amortiguan
inundaciones ya que al mantenerse estable la vegetación, permite que se
filtre de manera adecuada el agua de lluvia. La generación y renovación
de suelos también se lleva a cabo en el desierto así como en otros
ecosistemas; es decir que el proceso natural de nacimiento, muerte y
descomposición de plantas y animales genera y mantiene los suelos. Solo
en estado natural y sin alteraciones importantes podrá el desierto
proveer otros servicios ambientales como la polinización, dispersión de
semillas y el mantenimiento de la información genética de plantas y
animales.
En cuanto a aprovechamientos económicos las personas que viven cerca
del desierto saben que no hay muchas opciones para utilizar estos
sitios con fines económicos y así poder subsistir adecuadamente del
aprovechamiento de los recursos naturales.
La actividad más destacada ha sido la ganadería, tanto a pequeña como
mediana escala. En algunos sitios los ganaderos han introducido plantas
que no pertenecen al ecosistema original para incrementar las opciones
de comida para su ganado. Desafortunadamente esto ha provocando que las
nuevas plantas introducidas invadan y a veces exterminen a las plantas
nativas de la zona. En la zona del Cañón de Santa Elena en Chihuahua,
se calcula que existieron 5,000 cabezas de ganado bovino en 1990; sin
embargo debido a la sequía tan intensa que duró hasta 1997, la
población se redujo en más de 50%.
La agricultura también ha sido una actividad introducida a las zonas
desérticas, logrando con técnicas de riego superar la escasez de agua.
Se logra cultivar algodón, alfalfa, maíz, melón, trigo y sorgo entre
otros.
La actividad turística también destaca en las zonas desérticas,
atrayendo visitantes para conocer sitios de interés arqueológico,
artístico (pinturas rupestres en Sierra de San Francisco),
paleontológico (fósiles y huesos), histórico (fuertes, misiones,
haciendas) así como minas antiguas (Cananea, Arizpe y Alamos). También
es interesante apreciar la naturaleza en los conos volcánicos del
Pinacate, las pozas y manantiales en Cuatrociénegas o en cualquiera de
estos sitios admirar la increíble belleza escénica aún intacta.
La cacería o actividad cinegética en la región desértica es muy
arraigada en nuestro país. Por medios legales se organizan cazadores
que acuden a ranchos o ejidos cinegéticos en búsqueda de alguna especie
por la cual se deben pagar derechos o permisos al gobierno federal como
cuotas por alojamiento, guías y provisiones a los dueños de los
terrenos. Hay especies de interés cinegético como la paloma de collar
blanco, el borrego cimarrón, el guajolote salvaje, el pato, entre
otros. De acuerdo a lo raro del animal se pagan cuotas más elevadas.
Otro aprovechamiento ha sido la extracción de minerales o materiales de
construcción. Las grandes minas de oro, plata y otros productos han
traído grandes beneficios económicos a lo largo de la historia de
México. La extracción tradicionalmente ha sido extremadamente dañina
para el desierto, ya que se abren enormes grietas, se destruyen
plantas, se desplazan animales y peor aún se utilizan substancias
tóxicas que se filtran, se mantienen en el suelo durante cientos de
años y contaminan tanto la flora y fauna como en ocasiones los abastos
de agua subterránea.
Otras actividades tienen tradición milenaria como la extracción de
fibras de plantas como los cactus para fabricar textiles y usarlos como
costales, cordones y artesanías. También se han utilizado plantas y
animales para producir medicinas (salvia, gordolobo, manzanilla),
productos de belleza (jojoba) e higiene y bebidas (maguey). Esta
producción muchas veces es de auto-consumo pero en ocasiones se hace a
mayor escala y si no se lleva a cabo de manera ordenada provoca una
sobre-explotación de la especie al destruirla y no permitir su
regeneración. Por eso estas actividades solo pueden ser sustentables si
se planean bien y si se permite que la planta o animal continúe su
ciclo natural. Además se debe evitar el monocultivo el cual elimina
otras especies para solamente producir una que se va a aprovechar.
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